LOS SACERDOTES NO PUEDEN PERDONAR!
Entre todos los conceptos de cultural
desarrolle sobre-vivencia humana terrestre, existen infinidad que son
inadvertidamente equivocados y así han sido generalmente adoptados desde que se
tenga memoria, siendo testimonio de la limitada evolución consciente, que no se
puede creer hasta ahora aun predomine en ignorancia sobre todo en religiosa
veneración de la superior existencia divina, para lo cual existen numerosas
religiones con sus debidos doctos profesores, ministros ó sacerdotes, así
formalmente investidos por sus respectivas organizaciones eclesiásticas, ya
constituidas en privados negocios comerciales dependientes de una central base regional,
nacional ó mundial, como es más específicamente la católica, quienes han impuesto
costumbres, que nada legitimas son para lo que supuestamente es creído por
ignorantes feligreses, como es por ejemplo con la confesión de pecados y su
supuesto perdón sacerdotal, para así hacer creer que realmente son redimidos de toda culpa
natural por cualquier cometida falta, para así engañados sentirse aliviados de
tormentosa culpa tan sólo por ese mediático proceso, el cual es evidentemente un
engaño tanto para confesores como para pecadores, porque ignoran que no hay
actitud ó fenómeno alguno en la entera existencia que quede al margen de
aplicación de la justa ley de relatividad en ineludible efecto de toda causa,
en que ni Dios mismo puede intervenir para trasgredir, porque él no es ni quien
determina la lay y justicia existencial, de la cual tan sólo es ejecutivo de
especifica forma positiva, para lo cual también existe negativa ejecutiva de
similar jerarquía totalitaria, que tampoco puede hacerlo; para entonces ser comprensible
que si ellos siendo tan poderosos no pueden hacerlo, mucho menos un
insignificante inferior ser vivo humanamente investido como ministro
representante de Dios, sin siquiera tener la debida aprobación de respaldo
divino para ello, ni menos de perdonar faltas y pecados cometidos para
supuestamente redimir de responsabilidad a los culpables, quienes no obstante
que toda su vida se arrepientan de haber cometido, no podrán evitar que el
efecto de tales causas se cumpla, si no es que de relativa forma proporcional
con alguna actitud consciente inherente a
su falta, contribuyan como causa a disminuir su ineludible efecto.
NEWJJESUS.
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